Finca la distinguida un blanco semidulce que nos llega directametne de las estanterías de Mercadona

Finca La Distinguida Semidulce: el vino suave de Mercadona que convierte cualquier plan en algo especial

Lo bueno de Mercadona es que nunca sabes cuándo vas a descubrir algo nuevo. A veces pasas por la sección de vinos sin intención de comprar nada… y ahí está, una botella llamándote la atención. Eso me pasó con el Finca La Distinguida Semidulce, un blanco que había visto varias veces pero que nunca me animé a probar. Esta vez sí. Cuesta alrededor de 2,70€, así que la decisión fue fácil.

Ese mismo día había quedado con unos amigos para hacer una cena sencilla en casa: algo de picoteo, unas películas pendientes y ganas de desconectar de la semana. Perfecto para poner a prueba un vino semidulce que promete ser suave, ligero y fácil de disfrutar.

Un vino creado para agradar

El Finca La Distinguida Semidulce está elaborado por una de las bodegas colaboradoras de Mercadona, especializada en vinos jóvenes y accesibles. Su estilo de elaboración sigue la línea de los blancos modernos: fermentación controlada para preservar los aromas frutales y un ligero toque dulce que lo hace muy atractivo para quienes buscan un vino amable y sencillo de beber.

No es un vino que pretenda impresionar por complejidad, sino por equilibrio. Y la verdad, lo consigue.

La cata improvisada entre amigos

Cuando abrimos la botella, apareció ese aroma que ya te dice que vas a disfrutarlo. Notas a pera madura, a manzana fresca y un puntito floral que lo hace muy agradable. Uno de mis amigos dijo: “Huele a verano”. Y tenía razón. Es de esos vinos que te recuerdan a terrazas, tardes largas y comidas sin prisa.

Al servirlo, se muestra con un color amarillo muy claro y limpio, casi brillante, que invita a dar el primer sorbo sin pensarlo demasiado. Y cuando lo hicimos, llegó el comentario que definió perfectamente lo que sentimos: “¡Qué suave es!”.

Sabor: dulce justo, frescor y cero complicaciones

Lo mejor del Finca La Distinguida es que no es empalagoso. Su dulzor es ligero, equilibrado, lo justo para darle personalidad sin caer en excesos. Se siente frutal, fresco y con un final agradable que desaparece rápido, dejando ganas de seguir bebiendo.

Aparecen sabores de melocotón, pera y un toque cítrico muy suave que aligera el conjunto. Todo fluye con naturalidad, como un vino pensado para acompañar momentos cotidianos sin robar la atención.

La magia del ambiente

Mientras hablábamos y picábamos algo, el vino empezó a integrarse en la noche sin esfuerzo. Cada sorbo era como un pequeño descanso entre anécdotas. Uno de mis amigos, que siempre dice que no le gustan los vinos secos, soltó: “Si todos los semidulces fueran así, yo me los bebía encantado”. Y, sinceramente, lo entiendo.

El Finca La Distinguida tiene ese toque de vino “fácil”, en el mejor sentido de la palabra: suave, sin acidez intensa y perfecto para quienes buscan algo fresco sin complicaciones técnicas.

Con qué combinarlo

Aunque nosotros lo tomamos con tapas simples —queso suave, hummus, pan tostado, encurtidos— se nota que este vino está hecho para ir bien con comidas ligeras y frescas. Imagina una ensalada con frutas, un plato de sushi, quesos tiernos, mariscos suaves o incluso una pizza blanca. Es versátil y agradecido, así que no exige pensar demasiado.

Funciona especialmente bien en días calurosos, porque esa mezcla de dulzor ligero y frescura lo hace muy agradable cuando se sirve bien frío.

Precio y relación calidad–placer

Por menos de tres euros, el Finca La Distinguida Semidulce ofrece mucho más de lo que podrías esperar. No pretende competir con vinos de alta gama ni enamorar a expertos, pero sí conquistar a quienes buscan un blanco suave, frutal y fácil de disfrutar.

Es uno de esos vinos que compras “para probar”, y terminas añadiéndolo a tu lista de habituales porque funciona de maravilla en reuniones improvisadas o cenas informales.

Conclusión: un pequeño acierto escondido en Mercadona

La noche terminó con la botella vacía y con la sensación de haber encontrado un vino que vale la pena tener en casa. El Finca La Distinguida Semidulce es divertido, accesible y perfecto para quienes buscan algo ligero y con un toque dulce.

Si te apetecen vinos blancos frescos, suaves y con personalidad amable, este semidulce de Mercadona es una opción excelente. Ideal para compartir entre amigos, acompañar picoteos o simplemente disfrutar un rato agradable sin pretensiones.

Mar de Uvas Chardonnay de Mercadona: el blanco que llegó a la mesa sin avisar

Hay vinos que compras porque te los recomiendan y otros que caen en tu carrito por pura intuición… o por curiosidad del momento. Así fue como terminé probando el Mar de Uvas Chardonnay, un blanco que siempre veía en Mercadona pero al que nunca le había dado el protagonismo que merecía. Cuesta alrededor de 3,20€, así que pensé: “Por este precio, no pierdo nada”. Y vaya si gané.

Esa noche venían un par de amigos a casa a picotear algo sencillo. Pan tostado, queso suave, un par de conservas y ganas de ponernos al día. Todo muy improvisado. Pero fue abrir la botella y, sin proponérnoslo, la cena se convirtió en una pequeña cata que terminó con risas, comentarios inesperados y la sensación de haber descubierto un vino que no necesita presumir para gustar.

El primer contacto: aroma que engancha

El tapón salió con ese sonido que siempre anuncia buenas cosas, y enseguida se escapó un aroma que nos pilló por sorpresa. El Mar de Uvas Chardonnay huele a fruta fresca, de la que invita a acercar la copa otra vez sin pensarlo. Notamos manzana, algún toque melocotón y un guiño cítrico que lo hace muy limpio y agradable. Nada pesado, nada exagerado. Simplemente apetecible.

Así luce y así entra

En copa es bonito de ver, con un color amarillo pálido brillante que recuerda a tardes de verano, terrazas y comidas sin prisas. Cuando lo probamos, hubo silencio dos segundos y luego la frase que resumió la experiencia: “¡Qué fácil se bebe!”. Es un vino suave, ligero y muy equilibrado. De esos que refrescan sin convertirse en agua y que tienen sabor sin resultar intensos.

Esa frescura funciona de maravilla para conversaciones largas, picoteos improvisados y noches donde nadie quiere complicarse. Es un Chardonnay amable, que no se hace el interesante, y quizás por eso gusta tanto.

¿Y el sabor?

La sensación en boca sigue la línea del aroma: fruta blanca, un toque de melocotón muy delicado y un final limpio que invita a seguir bebiendo. Nada de amargor, nada de acidez agresiva. Es el típico vino que recomendarías a alguien que quiere iniciarse con los blancos sin llevarse sorpresas raras.

El ambiente que crea

Lo que más me gustó es que acompañó la noche sin robar protagonismo. Íbamos charlando, riéndonos de anécdotas antiguas y, de fondo, aquel Chardonnay hacía su magia: la comida sabía mejor y la conversación fluía como si el vino también lubricara las ideas. Uno de mis amigos, que suele pedir cerveza por costumbre, terminó diciendo: “Este vino está peligrosamente rico”. Lo tomé como un cumplido de los buenos.

¿Con qué se lleva bien?

La verdad es que marida casi con cualquier cosa ligera. Esa noche lo probamos con queso suave, pan tostado y unas conservas sencillas, y funcionó de maravilla. Pero también lo imagino acompañando pescados blancos hechos a la plancha, un plato de marisco fresco, un arroz mediterráneo con verduras o incluso una ensalada con frutas. Es tan versátil que no necesitas pensar demasiado: lo pones en la mesa y él hace el resto.

Motivos para tenerlo siempre a mano

Lo mejor del Mar de Uvas Chardonnay es que ofrece más de lo que cuesta. No pretende ser un vino gourmet ni brilla por complejidades técnicas; su encanto está en la naturalidad. Es fresco, afrutado, fácil de beber y perfecto para cualquier plan improvisado. Por poco más de tres euros, es de esos vinos que compras “por si acaso” y terminas reponiendo porque nunca fallan.

Conclusión: un acierto sencillo

Después de terminar la botella sin darnos cuenta, llegamos a una conclusión clara: este es un vino que cumple, sorprende y acompaña momentos cotidianos con gracia. Si buscas un blanco refrescante, suave y con muy buena relación calidad-precio, el Mar de Uvas Chardonnay de Mercadona es una opción que merece un hueco en tu despensa.

No hace falta gastar mucho para disfrutar un buen rato, y este vino es la prueba. Quizá lo descubras como yo: por impulso. Pero una vez que lo pruebas, es fácil que vuelva a tu carro sin que tengas que pensarlo demasiado.