Figuero 12 un gran Ribera del Duero que merece la pena probar

Figuero 12, el vino que te sorprenderá por su personalidad y calidad

El vino Figuero 12 es un crianza de la Denominación de Origen Ribera del Duero, elaborado con uvas de la variedad Tempranillo procedentes de viñedos propios de la bodega Figuero. Este vino se distingue por su equilibrio, elegancia, complejidad y frescura, fruto de una cuidada elaboración y una crianza de 12 meses en barricas nuevas y de un uso, principalmente de roble francés.

¿Cómo es el vino Figuero 12?

El vino Figuero 12 presenta un color rojo cereza intenso con ribetes violáceos, que denota su juventud y su potencial de guarda. En nariz, ofrece aromas intensos y variados de fruta roja madura, especias, torrefactos, vainilla y madera. En boca, es sabroso, estructurado, redondo y persistente, con taninos dulces y una acidez equilibrada que le aporta frescor.

La historia y la filosofía de la bodega Figuero

La bodega Figuero fue fundada en 2001 por la familia García, que lleva más de cuatro generaciones dedicada al cultivo de la vid en La Horra, uno de los pueblos con más tradición vitivinícola de la zona . La bodega nació con el objetivo de elaborar vinos de alta calidad que expresaran la personalidad y la tipicidad del terroir de Ribera del Duero. Para ello, la bodega cuenta con un equipo humano formado por profesionales con amplia experiencia y pasión por el vino, así como con una tecnología moderna y respetuosa con el medio ambiente.

La singularidad y la calidad de los viñedos de Figuero

Los viñedos de Figuero se extienden por 80 hectáreas y tienen una edad media de 40 años. Los viñedos se encuentran a una altitud de entre 800 y 900 metros y se benefician de un clima continental con influencia atlántica, que favorece la maduración lenta y equilibrada de la uva Tempranillo . Los suelos son arcillo-calcáreos, pobres en materia orgánica y con buena permeabilidad. El cultivo se realiza siguiendo criterios ecológicos y sostenibles, respetando el equilibrio natural del viñedo y aplicando técnicas como la poda en verde, el aclareo o el riego deficitario controlado.

Los reconocimientos y las puntuaciones que ha obtenido el vino Figuero 12

El vino Figuero 12 ha obtenido numerosos reconocimientos y puntuaciones en diferentes concursos y guías especializadas, tanto nacionales como internacionales. Entre ellos, destacan el Bacchus de Oro en 2019, los 92 puntos de la Guía Peñín en 2020, los 93 puntos de Kuper en 2021 o los 90 puntos de Robert Parker en 2018 . Estos galardones avalan la calidad y la consistencia del vino Figuero 12, que ha sabido conquistar a los paladares más exigentes.

¿Cómo disfrutar del vino Figuero 12?

El vino Figuero 12 es un vino muy versátil y gastronómico, que marida bien con platos típicos de la cocina castellana como el lechazo asado, el cocido, la caza menor, las setas, los embutidos y los quesos curados. También puede acompañar a otros platos más internacionales como las carnes rojas a la parrilla, las pastas con salsa de tomate, las pizzas o los platos orientales con salsa agridulce.

El vino Figuero 12 se puede disfrutar ahora o conservar durante varios años en buenas condiciones de temperatura y humedad. Se recomienda decantar el vino antes de servirlo y consumirlo a una temperatura entre 16 y 18 ºC. El vino Figuero 12 tiene una graduación alcohólica de 14% vol. y un precio aproximado de 15 euros la botella.

El vino Figuero 12 es un vino con personalidad propia, que refleja el carácter y la calidad de la bodega Figuero y de la zona de Ribera del Duero. Un vino que no deja indiferente a nadie y que invita a repetir.

Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica: el vino que me hizo vivir una noche inolvidable (para bien y para mal)

Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica: un vino tinto que me sorprendió (y me emborrachó)

Hola, soy un aficionado al vino que quiere compartir con vosotros una experiencia que me sorprendió (y me emborrachó). Se trata de la vez que probé el Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica, un vino tinto que me pareció espectacular (y peligroso). Os cuento cómo fue.

Cómo conocí el Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica

Todo empezó hace unos meses, cuando mi novia me regaló por mi cumpleaños un viaje a Murcia. Yo nunca había estado en Murcia, pero me hacía ilusión conocer esa tierra tan desconocida para mí. Mi novia me dijo que había reservado un hotel rural en Jumilla, una zona vinícola famosa por su variedad autóctona: la monastrell. Yo soy un amante del vino, así que me pareció un plan perfecto.

Llegamos a Jumilla un viernes por la tarde, y nos instalamos en el hotel. Era una casa antigua, reformada con mucho gusto, rodeada de viñedos y con una piscina. El dueño nos recibió muy amablemente, y nos invitó a una copa de vino. Nos dijo que se llamaba Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica, y que era uno de los mejores vinos de la zona. Yo no lo conocía, pero me llamó la atención su nombre tan largo y su etiqueta tan elegante.

Cómo caté el Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica

El dueño nos sirvió el vino en unas copas grandes y nos dijo que lo dejáramos respirar un poco. Yo cogí la copa y la observé. El vino tenía un color rojo cereza intenso, con ribetes granates y una capa alta. Era limpio y brillante. Lo acerqué a la nariz y lo olí. Me llegaron aromas intensos y complejos, que me recordaron a frutos rojos maduros, especias, vainilla, tostados, cuero y balsámicos. Era un vino muy expresivo y elegante. Lo llevé a la boca y lo saboreé. Fue entonces cuando me pasó algo sorprendente.

El vino era potente, carnoso y equilibrado, con una buena acidez, unos taninos maduros y un final largo y persistente. Era un vino con personalidad y carácter. Pero lo más sorprendente fue que el vino me gustó mucho. Mucho más de lo que esperaba. Mucho más de lo que debería. Mucho más de lo que era bueno para mí.

Yo no soy un experto en vinos, pero sé apreciar un buen vino cuando lo pruebo. Y este era un buen vino. Un gran vino. Un vino que me hizo sentir cosas que nunca había sentido. Un vino que me hizo olvidar de todo lo demás. Un vino que me hizo querer más.

Cómo bebí el Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica

El caso es que el vino me gustó tanto, que no pude resistirme a pedir otra copa. Y otra más. Y otra más. Y así hasta perder la cuenta. El dueño del hotel nos iba sirviendo el vino con generosidad, mientras nos contaba historias sobre la zona, los viñedos, la bodega y el vino. Yo le escuchaba atentamente, pero también le miraba con agradecimiento, porque me estaba dando a probar uno de los mejores vinos de mi vida.

Mi novia también bebía su vino, pero con más moderación que yo. Ella no es tan aficionada al vino como yo, y además es más prudente y responsable. Ella se dio cuenta de que yo estaba bebiendo demasiado, y me advirtió varias veces de que tuviera cuidado, de que no me pasara, de que al día siguiente íbamos a hacer una excursión. Yo le hacía caso, pero solo por un rato. Luego volvía a caer en la tentación y seguía bebiendo.

Yo estaba disfrutando mucho del vino, pero también estaba cometiendo un error. Un error que me iba a pasar factura. Un error que me iba a hacer sufrir.

Cómo me arrepentí del Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica

Cuando terminamos de beber el vino, nos fuimos a la habitación del hotel. Era ya tarde, y estábamos cansados. Mi novia se durmió enseguida, pero yo no podía dormir. Solo podía sentir el vino en mi cabeza, en mi estómago, en mi cuerpo. Sentía el vino como una bomba que me iba a explotar en cualquier momento. Sentía el vino como un veneno que me iba a matar lentamente.

Me pasé toda la noche en vela, sufriendo los efectos del vino. Los efectos del Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica. Los efectos de mi imprudencia.

Conclusión

El Castillo de San Simón Jumilla 18 meses en barrica es un vino tinto que me sorprendió (y me emborrachó) para siempre. Es un vino que me gustó mucho, mucho más de lo que esperaba. Mucho más de lo que debería. Mucho más de lo que era bueno para mí.

Es un vino que me hizo disfrutar mucho, pero también me hizo sufrir mucho. Es un vino que me hizo reír mucho, pero también me hizo llorar mucho. Es un vino que me hizo vivir mucho, pero también me hizo morir mucho.

Es un vino que no volveré a beber nunca más. O quizás sí. Dado que unos días después me sorprendí con el precio del mismo ... unos 4 euros por botella... Salí de Murcia con varias experiencias y varias cajas de este vino ...

Salud